ESPECIAL NAVIDEÑO RETO #10
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UN POLICIA EN NAVIDAD
El oficial Ruiz, era uno de los
mejores miembros de la comisaria de ciudad central, pero se consideraba a si
mismo como el peor padre.
Él se había casado con la pintora
Paulette; su matrimonio tenía un futuro prometedor y eran la pareja más
sensacional. A los pocos años, fue padre de una niña y niño. Pero ser padre, se
ocupaba más tiempo en casa y ese fue un gran problema para él. Pues cada
navidad y cumpleaños, faltaba por tener compromisos más importantes, como estar
presente en: juicios y detener a delincuentes. Cada vez se alejaba más de su
familia.
Paulette, ya no podía permitir
eso y menos ver a sus hijos destruidos por no ver a su padre en fechas
importantes y peor, que Ruiz creía que podía arreglar el problema con regalos
carísimos. Así que le pidió el divorcio, y aunque al inicio fue difícil de
conseguirlo; se separaron y quedaron en acuerdos. Los niños lo visitarían en
verano, pero de nuevo fallo como padre y no pudo estar con ellos en esas
vacaciones y seguía estando más comprometido con su trabajo.
A vísperas de navidad, luego de
dos años de divorcio; él sabía que su vida era miserable pero permanecía enfocado en su trabajo: era como un
vicio que no lo dejaba vivir. Había perdido a su mujer e hijos, seguro lo veían
como un mal padre. Pero ahí seguía
estando comprometido a su labor como oficial.
Andaba en las calles de ciudad
central, tras la pista de un asesino. Había recibido una llamada que vieron un
sujeto idéntico a los folletos de se busca, cerca del barrio chino. Por lo que
enseguida fue y dio con la persona. Un hombre corpulento que tenía sangre en
las manos de cinco inocentes y solía escaparse exitosamente, pero ahora no
sería libre. Ruiz lo detendría. No obstante, no se percató a tiempo que era una
trampa. Una que el mismo asesino hizo, para quitarlo de su camino.
Este saco una pistola y apunto. Sin
piedad, ni tentarse el corazón; disparo. Luego huyo como siempre. El oficial
caído, veía todo el mal que hizo en forma de una película y que ahora su vida
acababa, poco a poco. Todo era frio. Estaba solo. Y oscuro se volvió.
Las 10 pm, sonaron.
Despertó y se miró en su oficina.
Se había quedado dormido y tuvo una pesadilla. Una muy real. Verifico que no
tuviera disparos y efectivamente no tenía ninguno, solo fue un sueño. Pero esa
sensación de morir en completa soledad, sin poder remediar sus errores; no lo
dejaban en paz.
Su secretaria entro, diciendo que
recibió una llamada de que vieron al asesino que buscaba. Ruiz, subió a su
coche y llego a la avenida principal, debía ahora escoger un camino de los dos
que tenía frente. Pensó que por alguna razón, su sueño le aviso de su muerte.
Así que se preparó esta vez.
Su pesadilla lo hizo abrir los ojos y darse
cuenta de sus errores. Llego a casa y no esperaba que alguien estuviese en
casa, ya había comprado boletos de avión para ir a la ciudad oeste, donde se
mudó su mujer e hijos. Pero al abrir la puerta, fue sorprendido por la magia de
la navidad.
Su familia ahí estaba, esperando
a que el recapacitara y viera que esta era la última oportunidad de
rescatarlos. Esta vez, no tenía regalos, pero el hecho de a verlos escogido
primero que su deber, era el regalo más grande que les podía dar.
Después de esa noche, jamás
volvió a estar solo y comprendo lo importante que es la navidad y la familia.
La Navidad es tiempo de
costumbres que invitan a participar de
un mensaje de amor y de entrega. Motivar
a sus hijos a pensar en los demás sin limitarse a sus amigos cercanos o conocidos.
No obsesionarse con la lista de regalos. Aquello que pedimos desde nuestro
corazón tiene un gran valor.
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