ESPECIAL NAVIDEÑO RETO #7
UNA BODA ANTES DE NEVAR.
Luego de la princesa Krystel del
reino encantado, tuvo un desafortunado encuentro con la bruja del valle y se
aventuró a su verdadero destino junto al príncipe Jim. Llego el día más
esperado por las hadas, sirenas, duendes, elfos y habitantes de cada reino
vecino. Un día en el que le reino
encantado se vistió de sus mejores galas para la gran ceremonia que presenciaron
después de la llegada de Krystel a su hogar natal.
Con una boda romántica y
encantadora, Krystel y Jim celebraron su amor. Sus invitados quedaron
sorprendidos con lo mágico que se veía el palacio.
Ella usaba un voluminoso
vestido de novia. Un escote ilusión, se apreciaron detalles bordados y con
encaje, además de pedrería que se extendían hasta la imponente falda de tul. Optó
por discretas joyas y un hermoso ramo de rosas blancas. Un peinado de recogido
elegante con su brillante corona y un gran velo. Mientras que el apuesto
príncipe Jim, no dudó en esperarla en el altar con su clásico atuendo real,
destacando su elegancia y los detalles dorados. Todo fue justo como un cuento
de hadas, tal como lo soñaba la princesa.
Cuando ella iba por el largo
camino lleno de pétalos que arrogaron los duendes, pudo notar que lo que más
resultaba bello en ese momento, fue la decoración dorada con blanco. Empezando
por flores de esos tonos. También la iluminación impacto, donde diversas series
de orbes de luz simulaban un techo estrellado: eso fue gracias a la magia de
las hadas. Sonó una suave melodía de arpa y el suave cantar de las sirenas le
dedicaron a la nueva pareja.
Cuando Jim, la tuvo frente a él, le prometió amor eterno frente a los
presentes «Te quiero y prometo que así siempre será. Yo sólo necesito que tú
estés a mi lado para ser feliz y prometo que, en esta vida que nos espera
juntos, estaré siempre a tu lado, siempre….»
Ella, le respondió con los suyos «Llegar a este día no ha sido fácil,
pero cada prueba nos ha convertido en lo que ahora somos. Con esta promesa te
demuestro que eres todo lo que necesito en esta vida…»
No pudo ser más perfecto. ¿O sí?
Jamás se había visto la sutil lluvia blanquizca. Pero por algo le
decían el reino encantado, pues cuando sellaron su promesa, todo comenzó a
bañarse de la mágica nieve. Haciendo que aquella escena fuera única.
Las hadas hechizaron el lugar para estar más entonados, con velas que
daban un cálido ambiente y que miles de orbes de luz bailaron por el lugar. En
el cielo nocturno, se apreciaron luces de colores.
Fin.
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