ESPECIAL NAVIDEÑO RETO #9
Leyna, no estaba familiarizada
con la época navideña de los humanos. Desde que llego de la dimensión de los
siete reinos. Pensaba que la ciudad Zydamon tenía costumbres muy raras pero
bonitas.
Ella, junto a sus amigas habían
puesto un enorme árbol de navidad en la mansión Lester para algunas fotos que
se tomaría, estas iban a servir de tarjetas de navidad que enviarían a sus
seres queridos.
Sin embargo, Leyna estaba
nerviosa de que llegase el día de navidad, pues tendría una cita con Elliot. Él
era el hermano mayor de una de sus amigas, y cuando lo conoció tuvo la certeza
de querer estar a su lado. Pero hasta ahora se iba cumplir su sueño de estar un
día con él y sobre todo en una época bastante mágica como ella y en una noche
llena de alegrías.
Leyna era una hechicera de un
gran espíritu navideño; aunque no lo sabía hasta que llego a ese mundo y
tampoco era romántica...pero se volvió.
En cuanto se vio con él, en la
fuente central de la ciudad, se dirigieron a patinar sobre hielo. Era la
atracción principal en esas fechas. Ella
se cayó algunas veces y lo mejor era que Elliot iba a su rescate como un
príncipe. Leyna no era una chica que le gustaba ser rescatada, ya se había
enfrentado a varios obstáculos y peleado con monstros, pero no podía evitar
dejarse querer por el chico rubio.
Estuvieron un rato más platicando,
mientras dominaba el arte del patinaje. Luego decidieron ir a un mercado
navideño. Luces, colores, música y puestos para comprar: realmente un lugar
mágico. Por un momento se transportaba a su hogar: Galamix. Ese sitio tenía el
mismo atmosfera hechizante.
Todo trascurría tal como lo
planeo, pero algo que no lo tuvo en consideración fue la nieve. Ya se estaba retrasando
la caída de la majestuosa nieve, y por un momento se creyó que no habría ese
año. Sin embargo, cuando ellos paseaban por las calles con calma…fue que
comenzó a nevar.
Elliot le propuso jugar a bolas
de nieve. Leyna, acepto y comenzaron a jugar. Las risas fue lo mejor de ese
momento, y caer juntos para hacer angelitos en el suelo, así como hacer muñecos
de nieve.
Ambos fueron atrapados por el
encanto de la noche…una noche perdida. Era la mejor cita que pudo tener, estaba
extasiada de felicidad.
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